La revolución 4.0 es ya una realidad en el área de compras. Gartner predice que para 2026, más del 75% de las empresas que ofrecen soluciones de gestión de compras digitales incorporarán análisis avanzados, Inteligencia Artificial (IA) y ciencia de datos en sus sistemas.

El uso de Business Intelligence (BI) permite elaborar estrategias pertinentes para el sector. Esto se debe a que la tecnología mejora la capacidad de analizar las principales tendencias de compra y, por tanto, ayuda a decidir las mejores oportunidades para la empresa.

El comprador puede, por ejemplo, cruzar las compras realizadas a través de un asociado, por categoría, estacionalidad, geografía, unidad de negocio y lead time (Plazo de entrega).

La BI también ofrece la posibilidad de hacer un seguimiento de la productividad del equipo y aportar más eficacia a la gestión de las personas. Otra ventaja es su contribución a la transparencia de la información, reforzando el compliance (cumplimiento) en las transacciones con los proveedores.

La combinación de la BI con los demás sistemas integrados, como ERP, E-procurement, SRM (Supplier Relationship Management), entre otros, permite extraer datos importantes y convertirlos en información que oriente las decisiones de compra.

La evolución de la Business Intelligence (BI) (Inteligencia del negocio)

Aunque parece reciente, el concepto de Business Intelligence fue creado en 1958 por el informático alemán Hans Peter Luhn. En esa época definió la BI como un «conjunto de conceptos y métodos para mejorar la toma de decisiones, mediante sistemas de análisis de datos».

Pero lo que Hans no podía prever es que las herramientas de análisis de decisiones de la BI podrían ir más allá de la creación de simples informes. Hoy en día, la BI tiene más que ver con el descubrimiento.

El hecho es que la capacidad de la herramienta para controlar la información de las empresas y orientar la gestión de sus decisiones es un complemento de las competencias humanas.

Al contrario de lo que mucha gente piensa, la BI no es una amenaza para los profesionales, sino una forma de mejorar las actividades para que los resultados sean mejores y se consigan en menos tiempo.

Hoy en día, esta capacidad se consigue con la ayuda de la Inteligencia Artificial (IA) y del  machine learning «aprendizaje de máquina» (en español) lo que permite una visión de 360º de la organización, como el gasto, el riesgo y el rendimiento.

Con interfaces más ligeras, una excelente usabilidad y soluciones basadas en nube, la BI actual tiene la movilidad a su favor. Toda la información puede seguirse en tiempo real, desde cualquier lugar y desde cualquier pantalla.

También ofrece una mayor precisión en comparación con los métodos manuales de comparación y cruce de datos.

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